Evidentemente, que nos atraiga más o menos una imagen dependerá de muchos factores. Observar no es un proceso pasivo, sino que nuestro cerebro interpretará de distintas formas las imágenes que visualicemos, en función de cómo hemos aprendido a percibir.
Concretamente, el peso visual depende de:
1. La ubicación del objeto. Un elemento pesará más si se separa de la base y del eje vertical. Asimismo, la posición que más pesa es la derecha respecto de la izquierda, y la inferior respecto de la superior.
2. El tamaño. Los elementos más grandes pesan más que los pequeños.
El barco grande tiene más capacidad de llamarnos la atención que el pequeño. |
3. La forma. Pesan más las formas irregulares y las que tienen contornos mal definidos.
Una imagen con formas como estas llama mucho la atención del espectador. |
4. El color. Los colores luminosos y cálidos pesan más que los oscuros y fríos.
En esta fotografía, la atención se dirige hacia el centro de la misma, pues es donde están los colores cálidos y vivos, frente a los bordes, donde existen colores fríos y apagados. |
5. La profundidad de campo. A mayor profundidad de campo, mayor peso visual, pues la imagen contiene más información.
La imagen de la derecha pesa más, al tener más profundidad de campo. |
6. La textura. Pesan más los elementos con superficies texturadas que los de superficies pulidas.
Pesan más los bordes del espejo, que son superficies texturadas, que el centro, superficie pulida. |
7. El aislamiento. En una imagen donde aparecen muchos elementos iguales, tendrá más peso un objeto que se encuentre aislado.
Lo que más despierta la atención del espectador en esta imagen es la flor naranja, que se desmarca al ser diferente al resto. |
8. El interés que despierte hacia el espectador (punctum). Cada fotografía tiene un interés diferente para cada persona, pues depende del punto de vista, el gusto, los sentimientos y las experiencias de cada individuo, y todos son completamente subjetivos.
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