El pasado jueves 29 de septiembre acudí a otra conferencia que tuvo lugar en Murcia. Esta vez estaba a cargo del fotógrafo Walter Astrada, nacido en Buenos Aires en 1973. Ha trabajado para los diarios La Nación (de Argentina) y La Razón
(de Bolivia), y actualmente trabaja en España como freelance. Ha
cubierto diversos eventos de importancia, y a su vez, ha desarrollado
varios proyectos personales, uno de los cuales (su proyecto de la
violencia contra las mujeres en Guatemala) ganó un premio en el concurso
internacional World Press Photo, en la categoría “Temas Cotidianos”.
Hace
12 años que empezó su carrera como fotoperiodista, pero nos dijo que
aún no sabe bien cómo definirse; no se considera un fotógrafo de guerra,
así que prefiere dejarlo simplemente en fotoperiodista, y punto. Eso
queda a discusión después de ver varios de sus reportajes fotográficos,
donde pudimos observar que Walter Astrada realiza fotos de lugares
violentos y situaciones trágicas (guerras, maltratos, violaciones...).
A
lo largo de la conferencia pude observar que este fotógrafo siente una
gran empatía. Sus fotos trasmiten sentimientos, emociones... lo logra
porque él trata de reflejar en ellas sus propios sentimientos.
La
conferencia consistió en que él nos mostraba los reportajes
fotográficos que realizó en determinados países y después prefirió, en
vez de darnos una charla larga y aburrida, que nosotros hiciéramos
nuestras preguntas y él las respondería.
El primer pase de fotos incluyó las siguientes proyecciones:
- Post election violence (violencia post-electoral) Kenya 2008.
- Bloodbath (baño de sangre) Madagascar 2009.
- Haití 2004-2005. 2010.
Ante
unas fotos que reflejan el horror de una guerra (fotos en las que están
apunto de matar a un hombre, fotos de fallecidos, de heridos llenos de
sangre, de gente apuntando a otra...) tuvieron lugar las siguientes
preguntas y respuestas:
¿Qué sientes al hacer las fotos?
Walter
Astrada - “Impotencia, enfado... y sobre todo, al día siguiente, cuando
ves las fotos y ves que la mayoría de los periódicos no las publican.”
Cuando estás allí para hacer las fotos, ¿te permiten hacerlas o te ponen impedimentos?
WA
- “No tienes una alfombra roja para trabajar, pero sí que tienes el
respeto de la gente que te ve como la oportunidad de que la gente sepa
qué está pasando. Curiosamente, es en Madrid y en Sanfermines donde más
problemas tengo para fotografiar.”
He
observado que usas básicamente el gran angular, y ese plano requiere
que te acerques mucho al lugar que quieres fotografiar. ¿No pasas miedo
al estar tan cerca? ¿Te has visto comprometido alguna vez?
WA
- “Pues uso el gran angular porque es cuando más cómodo me siento.
Además, si estoy cerca paso más desapercibido, porque estoy dentro, se
olvidan de que estoy ahí. Y también porque no me quedo fuera, lejos,
para fotografiar como si estuviera viendo una película, sino que al
acercarme demuestro que me importa lo que está pasando. Me siento más
seguro si estoy lo más cerca posible.”
¿Alguna
vez has dejado algo sin fotografiar que luego hubieses deseado haberlo
hecho, o viceversa, has fotografiado algo que luego te has arrepentido y
hubieses preferido no haberlo hecho?
WA
- “Yo siempre fotografío todo lo que pasa, para no eliminar ningún
detalle, para tener la mayor cantidad posible de fotos y ángulos de un
acontecimiento.”
Hemos
visto que algunas de tus fotografías son escenas con mucha sangre. A la
gente que dice que esas fotos buscan el morbo, ¿qué les contestarías?
WA
- “Que el morbo lo pone uno, yo veo las fotos y estoy viendo la
situación que pasó, no veo el morbo, veo sangre y a fallecidos. No creo
que ningún fotógrafo vea morbo en ello, lo fotografiamos porque creemos
que eso es lo que debemos hacer.”
El segundo pase de fotografías trataba sobre la violencia contra las mujeres. Se proyectaron los siguientes reportajes:
- Femicidio, asesinato de mujeres en Guatemala.
- Violación, arma de guerra en República Democrática del Congo.
- Indeseadas, aborto selectivo y violencia contra las mujeres en India.
Realizó
estos reportajes porque quería mostrar que la violencia contra las
mujeres es algo global, da igual el país y sus características, lo
desarrollado o no desarrollado que esté, este maltrato a las mujeres se
da en todas partes.
También nos explicó el por qué de la elección de esos tres países:
- Guatemala, porque es uno de los lugares donde más mujeres matan al año.
- Congo, porque hay unas 40-60 mujeres violadas diariamente.
- India, por el aborto selectivo y el asesinato de niñas recién nacidas.
A continuación, se realizaron las oportunas preguntas:
Cuando
estás en esos países, ¿sigues una ruta de casos que conoces de mujeres
maltratadas, o vas a la aventura y a buscarlos allí?
WA
- “Es complicado ir a la aventura. Es cierto que no voy con una idea de
qué fotos quiero, pero es necesario tener contactos allí. Para que me
entiendan, yo trabajo con una especie de estructura de seguimiento, pero
soy flexible dentro de esa estructura.”
Yo quiero saber por qué realizaste fotos también en Noruega. No parece un lugar violento.
WA
- “Porque en Noruega asesinan 8 mujeres al año, y dado que es un país
con pocos habitantes (unos 4.000.000), el porcentaje de asesinatos sigue
siendo alto. Porque Noruega es uno de los países más seguros del mundo,
pero no para las mujeres.”
He visto que en algunos casos fuiste a esos países por agencia. Pero cuando no vas por agencia, ¿cómo lo financias?
WA
- “Bueno, pues en ese caso, yo distingo varias posibilidades: o bien
eres rico, cosa que no es mi caso, o bien te vas con tu propio dinero
ahorrado o con el dinero que has conseguido gracias a becas (como en mi
caso, por ejemplo, cuando fui a Noruega o el Congo). O por ejemplo, lo
que hice una vez fue que gané 500€ por un proyecto sobre Guatemala, y
reinvertí el dinero y volví a ir a Guatemala al año siguiente.”
Después de hacer un trabajo, ¿alguna vez has seguido en contacto con las personas que has fotografiado?
WA
- “En la mayoría no, pero hay un par de casos en los que sí. Sigo en
contacto con los grupos que me ayudaron en Guatemala (con algunas
mujeres) y en el Congo.
¿Qué motivación te lleva a hacer esas fotos a pesar del horror que muestran?
WA
- “Busco que se muestre el tema, para que la gente se entere de que
existen esos problemas, que se enteren de las cosas que pasan y luego
reaccionen para conseguir un cambio. Mi meta se queda ahí, utópica, pero
me gustaría que alguien lo viera y lo cambiase.
Y
lo perfecto sería que sirvieran para educar, para que la gente tenga
conocimientos de las cosas que pasan en el resto del mundo. El problema
es que los medios lo transforman a su antojo.”
¿Cómo
fue la primera vez que te enfrentaste a un reportaje así? ¿Cómo
consigues mantener la mente fría en esos momentos y no dejarte llevar
por el miedo o el horror que estás viendo?
WA
- “Fue en Argentina, en una manifestación, un trabajo común para un
fotógrafo. Hay veces que te mandan a un lugar tranquilo y de repente
estalla, y no lo has buscado, simplemente has estado en el momento y
lugar oportuno.
Respecto
a la segunda pregunta, es algo que se consigue poco a poco, porque cada
cosa que haces te va marcando de alguna manera, y al final te vas
haciendo fuerte.
Cuando terminó la ronda de preguntas, quiso dejarnos un consejo:
“No
esperen a que alguien les diga lo que tienen que cubrir, porque si
esperan a ello pasaran el tiempo cubriendo cosas de menor importancia
que otras que están pasando en el resto del mundo.”
Y para terminar la conferencia, repaso el Código de Ética de Fotoperiodistas de EE.UU.,
el cual comparó con “un preámbulo de una Constitución que hay que
cumplir”. Este Código de Ética es un conjunto de pautas que los
fotógrafos deben cumplir.
Ya
lo dije anteriormente en este blog, y me reitero; no entiendo por qué
este trabajo no se valora como se debería valorar. No consigo entender
por qué los medios no utilizan estas fotografías.
Esta
claramente demostrado que los medios manipulan. ¿Por qué se empeñan en
ocultar verdades como las que hemos visto gracias a Walter Astrada? ¿Por
qué, por qué si existe una mínima posibilidad de que el mundo entero
vea las fotos, entienda lo que está pasando y pueda hacer algo para
cambiarlo? Es cierto que unos pocos no pueden cambiar nada, pero si el
mensaje llega de forma global, y sobre todo, si el mensaje cala en todo
el mundo, podría lograrse un cambio. Es una meta utópica, como reconoce
Astrada, pero no sería tan utópica si los medios dejaran de controlar a
su antojo la información.
En
conclusión, la conferencia de Walter Astrada resultó muy interesante y
amena. He podido comprobar que es un gran fotógrafo gracias a la
proyección de sus fotografías, y también que es una gran persona que se
preocupa por los demás y hace lo posible para ayudarles. Pero una vez
más, salí un poco decepcionada de saber cuál es la situación actual del
mundo de la comunicación. Ojalá las cosas cambien algún día.
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