Gerda Taro fue una precursora en el ámbito de la fotografía. Probablemente, su trabajo más destacado sea el que realizó en España durante la Guerra Civil en los años 30. Le gustaba utilizar la Rolleiflex, a diferencia de la Leica que usaba el que fue su compañero, profesional y sentimental, durante algunos años, el fotógrafo Robert Capa.
La diferencia de formatos de ambas cámaras, en una el formato era cuadrado y en la otra rectangular, permitió la identificación de la autoría de cada fotografía. Además, Taro trabajó para la prensa ilustrada de izquierdas en Francia, para revistas como Regards o Ce Soir.
Nació el 1 de agosto de 1910, en Stuttgart (Alemania). El hecho de ser judía y la época en la que vivió propició a que en su juventud se moviera en ambientes de ideología izquierdista para evitar un ascenso político del nazismo. En 1933, se ve obligada a huir hacia París debido a que Hitler al fin consigue el poder de Alemania y la imposición de la ideología nazi.
Su carrera en solitario como fotógrafa se iniciaría al comienzo de la Guerra Civil Española, donde fotografió en Barcelona, Aragón, Córdoba, Madrid, Guadalajara, Valencia, Segovia… lugares donde captó la realidad de aquellos años de guerra: los niños jugando en las barricadas, la vida en las trincheras, la huída de la población hacia el sur,
las distintas batallas que se sucedieron y algunas víctimas en hospitales. El último lugar que pudo plasmar en su trabajo fotográfico fue la batalla de Brunete, donde perdió la vida. Un ataque de la aviación hizo que un tanque republicano golpeara
el coche en el que Gerda iba, provocando su caída al suelo y el aplastamiento del tanque sobre la parte inferior de su cuerpo. Fue trasladada de urgencia al hospital del El Escorial, donde perdió la vida pocas horas después, el 26 de julio de 1937, a pocos días de cumplir los 27 años.
Apenas un año duró su carrera como fotógrafa. Probablemente, el hecho de que fuera una mujer atractiva y las circunstancias en las que murió hizo que el foco de atención se centrara más en lo trágico y sensacionalista que en la valoración de su trabajo.
Para la investigadora alemana Irme Schaber, Gerda Taro es un ejemplo de cómo el trabajo de una mujer puede verse truncado por el hecho de trabajar con un hombre famoso, ser atractiva y el dramatismo de su muerte. Estos hechos, dice la autora, han dificultado la verdadera apreciación de lo que simbolizó y significo su trabajo en la Guerra Civil Española. Schaber publicó en 1994 Gerda Taro. Una fotógrafa revolucionaria en la guerra de España.
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