lunes, 26 de diciembre de 2011

PRÁCTICA A, parte I (Silvia Gallardo Pardo)

A la hora de realizar fotografías, existen una serie de ajustes en la cámara que, conociendo su funcionamiento se pueden tratar, para adaptar la cámara a lo que queremos fotografiar y así conseguir la mejor fotografía posible.

En esta entrada, voy a explicar el ISO y el balance de blancos (WB).


  • ISO
El ISO es la sensibilidad que tiene el soporte para reaccionar a la luz. Normalmente las cámaras cuentan con varias opciones, que van desde una función auto hasta un determinado número ISO (en mi cámara, por ejemplo, es el ISO 1600). Cuando colocamos el ISO con un número bajo significa que será necesaria mucha luz para realizar la fotografía, mientras que conforme elijamos un número mayor será necesaria menos, porque con poca luz reaccionará.

Aquí vemos unas fotografías realizadas con el mismo ISO, pero con diferentes condiciones lumínicas, donde incluso en las peores condiciones (sin apenas luz y sin flash) aún puede visualizarse algo el objeto fotografiado:


Fotografías con el mismo ISO (1600) pero diferentes condiciones lumínicas

El problema que tiene este ajuste es que, a mayor número ISO, mayor pérdida de calidad. Las fotografías perderán contraste, resolución y saturación, y tendrán más ruido digital (granos) y mayor borrosidad. Es por ello que lo recomendable será trabajar siempre con el ISO más bajo.

Podemos ver esa degradación (incremento de la borrosidad y los granos) conforme aumenta el número ISO en esta fotografía:
Fotografías idénticas pero con diferente ISO

Para poder apreciar y entender mejor el funcionamiento del ISO, aquí os dejo fotografías que son iguales, pero una de ellas está hecha con ISO AUTO y la otra con ISO 1600; en ellas podemos observar:

 - Pérdida de color y saturación:


 - Pérdida de contraste, calidad y resolución:



  • BALANCE DE BLANCOS (WB)
El balance de blancos es un ajuste electrónico que permite adaptar nuestra cámara a las condiciones de luz que disponemos, para reproducir una escena con el color correcto sin mostrar dominantes de color. El color en una fotografía se denomina temperatura de color, se expresa en la unidad kelvin, y hace referencia a la dominante de color que hay en cada tipo de fuente de luz (natural, artificial...), que variará según la distribución espectral de la energía.

En nuestro cerebro, la luz se procesa de la forma adecuada para ver las escenas con los colores reales, sin dominantes, pero una cámara no tiene esta posibilidad; una cámara identifica como luz blanca a la luz solar (5.500 kelvin), y a partir de ese dato, se adapta a las variaciones del espectro electromagnético actuando sobre la ganancia de los componentes de color. Sin embargo, en las cámaras si que existen otras posibilidades: un ajuste automático y un modo manual. El modo automático lo que hace es ajustar la parte más brillante del objeto fotografiado para que aparezca como color blanco, y la parte menos brillante, como color negro. El modo manual consiste en enfocar un objeto que sea de color blanco (un papel, una pared...) y pulsar en el botón de calibración de blancos, y nuestra cámara ajustará la ganancia de las tres componentes de color (rojo, verde y azul), consiguiendo una fotografía con unos colores prácticamente iguales a los del objeto fotografiado.

Pero algunas cámaras incorporan otra posibilidad, que se encuentra entre las dos anteriores; no se trata de un ajuste manual completo pero otorga más opciones que el automático, por lo que existe un margen de decisión para el fotógrafo. Consiste en que las cámaras dan varias opciones de ajuste, en función de la fuente de luz que exista:
  • Interiores o tungsteno: Se ajusta el balance de blancos asumiendo que se encuentra en un espacio iluminado por luz incandescente o halógena (iluminación típica del hogar: bombilla).
  • Sol: Se ajusta asumiendo que se encuentra en un espacio exterior con un tiempo soleado de gran luminosidad.
  • Fluorescente: Se ajusta asumiendo que se encuentra en un espacio iluminado por luz fluorescente.
  • Sombra o Nubes: Se ajusta asumiendo que se encuentra en un espacio exterior en condiciones de sombra o de cielo muy cubierto. Aquí vemos unas fotografías, todas realizadas con este modo, pero con diferentes condiciones de luz:
Fotografías con el mismo balance de blancos pero diferentes luces

Lo que hará nuestra cámara es usar un filtro que compense la dominante de color que presente nuestra escena a fotografiar; por ejemplo, si queremos hacer una foto en un salón y la única luz que hay es de bombilla, elegiremos el modo tungsteno del balance de blancos, el cual colocará un filtro azul en nuestra cámara para compensar la dominante amarilla que tendríamos con esa fuente de luz artificial.

Para que quede más clara esta explicación sobre el balance de blancos os dejo unas fotografías, separadas en exteriores e interiores, donde aparece la misma escena pero con los diferentes balances de blancos, para apreciar mejor la diferencia entre ellos:



Fotografías con la misma luz pero diferente balance de blanco

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